Lavarse las manos con jabón es una de las formas más eficaces
y baratas de prevenir enfermedades infecciosas. Cada año, la
neumonía y la diarrea matan a 1.4 millones de niños menores de
cinco años.1
Este acto sencillo puede salvar vidas y reducir las
muertes asociadas a la diarrea casi a la mitad y casi una cuarta
parte de las muertes por infecciones respiratorias agudas.2,3
Lavarse las manos con jabón no solo ayuda a las personas a
mejorar su salud, sino que también elimina los obstáculos a
las oportunidades económicas, permite a los niños aprender y
crecer, y ayuda a fortalecer las comunidades.
El lavado de manos con jabón se incluye en el Objetivo 6.2 de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el saneamiento y la
higiene. También es importante para alcanzar metas en torno a
la supervivencia infantil, la nutrición, el género, la equidad y la
educación.